¿Conoce la sociedad la importancia de la farmacovigilancia?
Todos los profesionales que se dedican al ámbito sanitario tienen claro el impacto que supuso el caso de la talidomida para el desarrollo de la farmacovigilancia. Pero no solo ellos: cualquiera que haya vivido en la época de los 60 tuvo conciencia del drama que supuso las malformaciones que provocaron este fármaco en bebés. Siendo un acontecimiento tan dramático, especialmente en España1, hubo una profunda movilización social que fue clave para la creación de las primeras bases sólidas de la farmacovigilancia.
Estos movimientos colectivos ayudaron a implementar los primeros sistemas notificación espontánea e individual de manera eficaz y sistemática. Por otra parte, la monitorización de medicamentos adquirió una importante conciencia colectiva y se movilizaron las instituciones principales para legislar de manera efectiva2.
¿Has oído hablar de la farmacovigilancia?
Gracias a la farmacovigilancia, cada vez van siendo menos los sucesos dramáticos debidos al impacto de los medicamentos. Es natural, por lo tanto, que las personas ajenas a la industria dejen de conocer el funcionamiento de esta ciencia y su importancia para solucionar problemas actuales y futuros de la humanidad. Especialmente en las personas más jóvenes que, a pesar de ser la generación más conectada del planeta, tan solo al 45,7% le resulta familiar el término “farmacovigilancia”3.
Quizá la sociedad no conozca el impacto actual de los fármacos en las hospitalizaciones y los fallecimientos. Merece la pena hacer un repaso de las cifras que demuestran su importancia.

Tan solo a la mitad de los jóvenes (45,7%) españoles entre 18 y 29 años le resulta familiar el término “farmacovigilancia”3.
Nieto, J. (2023). Conocimiento de Farmacovigilancia en jóvenes adultos [TFM]. INESEM BE.
Hospitalizaciones graves por reacciones adversas
Diferentes metaanálisis4 han demostrado que en los países de Occidente la frecuencia de hospitalizaciones graves debido a reacciones adversas a medicamentos oscila entre el 3,7-5,3% del total de hospitalizaciones. Una parte de ellas se producen debido a lo que se conoce como errores de medicación, que se definen por algún fallo en el proceso de prescripción, comunicación, etiquetado, envasado, denominación, preparación, dispensación, distribución, administración, educación y control.
Las consecuencias de los errores de medicación
Para poner más en contexto, algunos estudios estiman que entre 44.000 y 98.000 muertes anuales se deben a fallos de medicación o a fallos en el propio sistema de salud4. Otros, indican que el 1,1% de muertes se producen por errores de medicación4, que extrapolado a las admisiones hospitalarias registradas en Estados Unidos, se corresponden con más de 400.000 muertes anuales. Estos datos ponen de manifiesto que los errores de medicación son una de las causas más importantes de muertes en el país, detrás de los accidentes cardiovasculares y el cáncer.
En el caso concreto de España, se muestra que el 8,4% de las admisiones a urgencias están relacionadas con reacciones adversas a medicamentos (la mayoría de ellas en sus dosis terapéuticas) y un 0,6% de las hospitalizaciones se deben a errores de medicación4.
Los jóvenes españoles ante las reacciones adversas
Después de estos datos, es clara la importancia que tiene la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos o problemas derivados de los medicamentos para la salud de la sociedad. Por ello, es un aspecto que se debería profundizar: tanto el conocimiento de la farmacovigilancia en sí, como las actitudes de actuación ante determinadas situaciones de seguridad.
Si nos centramos en la generación Y y Z, sólo el 25,5% de los jóvenes españoles entre 18 y 29 sabrían cómo notificar una reacción adversa a un medicamento, según un estudio realizado para evaluar sus conocimientos y actitudes acerca de la farmacovigilancia y la notificación de reacciones adversas a medicamentos3. Además, el 70,8% no la notificaría si estuviera recogida en el prospecto como reacción adversa3. También cabría destacar que, según este estudio, los jóvenes solo consideran que hay que notificar las reacciones adversas graves, inesperadas, o graves e inesperadas3.
Una necesidad de concienciación
No se puede esperar a que ocurra una situación trágica con un medicamento para que la sociedad tome conciencia de la importancia de la farmacovigilancia. Se debe profundizar en este tema y promover campañas de concienciación y promoción de notificación de reacciones adversas. El papel de la industria farmacéutica es clave en esta concienciación: está en nuestras manos que la sociedad conozca el valor de la farmacovigilancia y, en consecuencia, el buen impacto que puede suponer en la salud y la vida humana.
Autor | Jorge Nieto (Pharmacovigilance Officer en Meisys)
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Referencias
3. Nieto, J. (2023). Conocimiento de Farmacovigilancia en jóvenes adultos [TFM]. INESEM BE.